Mientras las nuevas agresiones en educación y sanidad alcanzan niveles insospechados de infamia e ignominia; mientras acuerdos esenciales -con leves disidencias marginales- entre los gobiernos central y autonómico catalán muestran por enésima vez que “con paso firme pasea hoy la injusticia” y que ninguna voz parece llegar “sino la de los dominadores” [1] ; mientras que en el llamado “Dia de les Esquadres” un responsable –David Piqué- del departamento del Felip Puig, el Correa de la década, se expresaba en términos que recuerdan proclamas nazifascistas casi olvidadas -"Se pueden esconder donde quieran, porque les vamos a encontrar. Ya sea en una cueva o en una cloaca, que es donde se esconden las ratas, o en una asamblea, que no representa a nadie, o detrás de una silla de una universidad"-, con aplausos y gritos de entusiasmo de Mossos puestos en pie; mientras la primera institución del Estado se tambalea por los cuatro vértices y su frágil base se resquebraja; mientras la...